«Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria el hijo de Remalías. Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis.» (Isaías 7:9)
Acaz, el rey de Judá, estaba preocupado por la alianza de dos enemigos que le amenazaban: Israel y Siria. Dios por medio del profeta Isaías prometió ayudarle, pero aún así, el rey estaba dudando, así que el profeta le dirige este consejo: tendréis que creer o no vais a permanecer. El secreto de permanecer firme en la prueba es mantener firme nuestra
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confianza en lo que Dios nos ha prometido. Dios estaba desarrollando un plan por el cual liberaría a Jerusalén de estas dos naciones que amenazaban a Jerusalén, pero el rey tendr ía que confiar en Dios. Era realmente su única esperanza de permanecer. Encuentro que hay muchas situaciones en mi vida en que necesito este mismo consejo. Tengo que obedecer a Dios y confiar en Él, porque si no, no hay forma de aguantar en las dificultades. Si intento arreglar los asuntos a mi manera, fuera de la voluntad de Dios, puedo crear un desastre. Pero si confío y obedezco (y muchas veces cuesta porque estoy tentado a creer que yo sé mejor), abro el camino para que Él cumpla su plan.
Busquemos creer y obedecer a Dios en todo lo que nos ha revelado en su Palabra para que Dios pueda cumplir su perfecto plan en nuestras vidas hoy. (David Bell)